14 de noviembre de 2005
Todo comenzó en la Cumbre de las Américas. En uno más de su desatinos, a Vicente Fox Quezada se le ocurrió criticar agriamente y burlarse de los opositores al proyecto de libre comercio para el continente americano formulado por el gobierno de los Estados Unidos.
La crítica estaba dirigida principalmente a Brasil, Argentina y Venezuela. El gobierno de Brasil diplomáticamente ignoró a Vicente Fox y sus declaraciones. Brasil no se subió al ring a debatir. Pero Argentina y Venezuela si lo hicieron.
El gobierno de Argentina y el presidente Ernesto Kirchner le dieron una lección de diplomacia, talento, inteligencia y capacidad a su contraparte mexicana. Ernesto Kirchner elegantemente le recordó a (Pin) Chente Fox que él se debía encargar de los asuntos mexicanos y Ernesto Kirchner a su vez debía encargarse de los asuntos de los argentinos. ¡Bravo! ¡Extraordinario! ¡Sobresaliente! ¡Una lección de diplomacia!
(Pin) Chente Fox quedó evidenciado... no le quedó otra que concluir este incidente con otra de sus doctas frases: "a otra cosa mariposa" Si, en serio. Con esa frase (Pin) Chente Fox dio por acabado el debate con Argentina y el presidente Ernesto Kirchner. Para Ripley...
Vicente Fox, intentando emular a Genaro Estrada, Venustiano Carranza o Benito Juárez, aporta a la diplomacia y a la política exterior mexicana la DOCTRINA FOX, que afirma: "A otra cosa mariposa..."
Las consecuencias negativas de los desatinos de Vicente Fox parecían acabar ahí. No fue así.
En un discurso dirigido al pueblo de Venezuela, el presidente de Venezuela Hugo Chávez afirmó que Vicente Fox era un "lacayo del Imperio", un lacayo de los Estados Unidos.
La subordinación de Vicente Fox hacia el gobierno de Estados Unidos ha sido evidente a lo largo de los 5 años de su administración. No queda ninguna duda de ello. Dan fe de ello analistas respetados como Lorenzo Meyer o Francisco Gil Villegas.
Los ejemplos llenarían muchas páginas, recordemos por ejemplo cuando (Pin) Chente Fox corrió a Fidel Castro para que no se encontrar con George Bush en un la Cumbre sobre Financiación del Desarrollo organizada por la O.N.U.; o recordemos cuando México votó a favor de la inmunidad (impunidad) de los soldados norteamericanos ante la Corte Penal Internacional; o recordemos como el gobierno de (Pin) Chente Fox decidió quitarle el agua a los campesinos y ganaderos mexicanos del norte del país para dársela a los campesinos y ganaderos de EE.UU.; recordemos también los bajos precios, lo precios de ganga, en que se vende el petróleo mexicano a empresas norteamericanas ... Así podríamos seguirle.
Pero el gobierno mexicano afirmó que con sus declaraciones Hugo Chávez estaba insultando al PRESIDENTE DE MEXICO y por extensión AL PUEBLO DE MEXICO. Y para resarcir el daño, pidió disculpas.
El gobierno de Venezuela respondió que no había razón alguna para disculparse. La situación llegó a un estancamiento, a un impasse. La situación ni empeoraban ni mejoraban.
Ante esta situación todo parecía inidcar que nuevamente se hacía uso de la Doctrina Fox, que se aplicaba la máxima: "a otra cosa mariposa".
Pero nuevamente Vicente Fox con su falta de talento, inteligencia y capacidad complicó la situación. En una entrevista ante la CNN -una cadena de televisión norteamericana- afirmó muy orondo, con el firme propósito de lucirse ante el pueblo norteamericano:
"No pueden aceptarse las ofensas a nuestro país. No pueden aceptarse las ofensas a nuestro pueblo. Hay cosas que no pueden soportarse."
Acto seguido Vicente Fox ordenó la expulsión del país del embajador de Venezuela en México Vladimir Villegas.
Y los medios de comunicación masiva, la televisión y el radio principalmente, en lugar de dar pie al análisis se fueron por el camino fácil siguiéndole el juego al gobierno.
La conclusión general que repetían sin parar en la televisión y el radio era: "Los mexicanos debemos apoyar a nuestro presidente, porque es nuestro presidente..."
El bloque patriótico, mexican edition...
Esa película ya la vimos... solo basta revisar la historia de la humanidad. Desde el siglo VII antes de Cristo en los tiempos de la Grecia clásica se ha empleado el método de crear un enemigo externo, crear una amenaza externa, para propiciar el apoyo y la cohesión interna alrededor de un proyecto político o de un personaje.
Más aun, al crear una amenaza externa de paso se logra desacreditar a la disidencia interna. Al interior del país se forman dos bandos bien diferenciados: los que están con nosotros los patrióticos y los que están contra nosotros, agentes del enemigo externo.
Al crear una amenaza externa el análisis sobre el personaje o el proyecto se obvia, se olvida, se deja de hacer. La amenaza externa concentra toda la atención de todo mundo. El análisis de los defectos, incongruencias o inviabilidad del proyecto político o del personaje se dejan para una mejor ocasión
Recientemente en EE.UU. se aplicó magistralmente está técnica. Tras los atentados contra las torres gemelas del 11 de septiembre y la amenaza del terrorismo islámico, se creó un frente patriótico que protegió al presidente George Bush y a su proyecto político pese a sus incongruencias e inviabilidad.
La creación del frente patriótico implicaba que o había cabida para la crítica a George Bush y su proyecto político... criticarlos significaba ser un traidor, un enemigo del pueblo norteamericano. Ni hablar. George Bush tenía las manos libres para hacer y deshacer a su antojo...
La inviabilidad del proyecto de George Bush se manifestó no como resultado del análisis y el debate interno sino como consecuencia de sus consecuencias concretas, tangibles: la incompetencia del gobierno federal frente al Huracán Katrina; el déficit fiscal del gobierno; la crisis del sistema de pensiones que condujo a su privatización; el aumento de la déficit comercial; el desastre en Irak; la corrupción en la Cámara de Representantes; etc.
Y ahora, la administración de Vicente Fox quizás tenga la perversa intención de reeditar el frente patriótico en México, un frente patriótico Mexican Edition rumbo a las elecciones del 2 de julio de 2006.
El claro objetivo es olvidar u omitir el análisis de los defectos, incongruencias o inviabilidad del proyecto político del gobierno de Vicente Fox, su partido el Partido Acción Nacional (P.A.N.) y su candidato a la presidencia Felipe Calderón.
El pleito con Venezuela se usa como cortina de humo para que la gente se le olvide por ejemplo la descomunal fortuna que acumuló Manuel Bribiesca, hijo de Martha Sahagún, gracias a las influencias de su madre y su padrastro (Vicente Fox) en el gobierno federal.
El pleito con Venezuela se usa como cortina de humo para que la gente se le olvide las cartas que Martha Sahagún enviaba a distintos funcionarios públicos para beneficiar a sus familiares.
El pleito con Venezuela se usa como cortina de humo para que a la gente se le olvide que la P.G.R. no inició ninguna investigación en contra de Arturo Montiel, ex-gobernador del Estado de México, pese a las claras evidencias de haberse enriquecido inexplicablemente durante su gobierno
El pleito con Venezuela se usa como cortina de humo para que rumbo a las elecciones del 2006 a la gente se le olvide que Felipe Calderón y el P.A.N. representan más de lo mismo...
Vicente Fox apela al patriotismo de los mexicanos. Emulando a uno de los niños héroes, Vicente Fox se envuelve en la bandera de México, se inventa un enemigo externo y pretende que se obvien los defectos, incongruencias e inviabilidad de su proyecto político.
La situación se vuelva más turbia con la aparición de perversas campañas de desinformación que aprovechan este momento.
Algunos periódicos y algunos locutores de radio y televisión dan cabida a rumores perversos como aquellos que señalan que Venezuela y Hugo Chávez financian la campaña de Andrés Manuel López Obrador... ; o que Venezuela y Hugo Chávez otorgan apoyo financiero al P.R.D.... Saquen sus conclusiones.
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