18 de enero de 2009
La Secretaría de Salud del gobierno federal tenía en su página de internet un manual sobre el uso correcto del condón.
Era un muy buen manual.
Recientemente ese manual desapareció...
Fue reemplazado por un nuevo manual sobre el uso correcto del condón. El nuevo manual es incompleto, inexacto e infantil (está ilustrado con condones que tienen ojos, boca y manos...)
Pareciera que el viejo manual fue víctima de la censura... Conociendo a los gobiernos del Partido Acción Nacional no sería raro que el viejo manual sobre el uso correcto del condón haya sido censurado.
Para reponer el daño reproduzco a continuación el viejo manual sobre el uso correcto del condón:
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, diariamente ocurren en el mundo 100 millones de relaciones sexuales, de las cuales alrededor de un millón terminan en embarazos no deseados y cerca de medio millón en alguna enfermedad de transmisión sexual. Estos riesgos pueden disminuirse con el uso correcto y constante de los condones
El uso del condón ha desencadenado respuestas polémicas entre los diversos sectores de la sociedad, como resultado de la diversidad de posturas al respecto. El objetivo del presente documento es presentar al personal de salud algunos aspectos relacionados con su uso, un asunto fundamental de salud pública que depende de su adecuada y constante colocación en las mentes, en las clínicas y en la vida cotidiana.
De acuerdo con diversos estudios científicos, como el realizado por la Food and Drog Administration (FDA) de los Estados Unidos (ver nota 1), el condón reduce 10,000 veces la transferencia de fluidos, disminuyendo significativamente el riesgo de transmisión del VIH.
El condón más distribuido y utilizado en todo el mundo es el de látex, que es sometido a las pruebas de laboratorio establecidas en las regulaciones sanitarias internacionales y nacionales. La Norma Oficial Mexicana establece las especificaciones sanitarias de los condones de hule látex (ver nota 2), las condiciones de empaque y almacenamiento y los métodos de prueba. Estas pruebas permiten detectar la presencia de defectos visibles u orificios no visibles en el condón, así como su resistencia.
Para detectar orificios no visibles se introduce un volumen de agua (300 ml) y, transcurrido un minuto, se buscan fugas en las paredes del condón. Las pruebas de resistencia miden la tensión que soporta el condón técnicamente llamada capacidad máxima de estiramiento la cual debe llegar a 650% antes de que el condón se rompa. Otra prueba de resistencia física es determinar la fuerza al rompimiento aplicando una presión de aire calculada de acuerdo con el ancho del condón (entre 24 a 30 dm3 /min).
En un estudio reciente, Pinkerton y Abramson (ver nota 3) analizan 89 investigaciones sobre la eficacia del condón. Concluyen que el uso correcto y constante protege al usuario en 95% de contraer la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). El uso incorrecto y/o la falta de constancia son las principales causas de fallas.
Los estudios de Saracco y Vincenzi mostraron que el uso del condón de látex reduce sustancialmente el riesgo de transmisión de VIH en parejas discordantes donde uno de los miembros es portador y el otro no lo es y resaltan la importancia de usarlo constantemente para reducir la probabilidad de transmisión.
Saracco (ver nota 4) estudió durante 3.5 años un grupo de 343 mujeres seronegativas en relación estable y monógama con hombres infectados por VIH, reportando una tasa de incidencia de 7.2% años-persona (ver nota 5) entre las mujeres que no siempre usaron, o nunca usaron, el condón. En cambio, entre quienes siempre lo usaron la tasa de incidencia de infección por VIH fue de 1.1% años-persona. En su estudio, Vincenzi (ver nota 6) encuentra que ninguna de 124 parejas que usaron el condón constantemente resultó infectada -de un total de 150,000 coitos-, mientras que de 121 parejas que no lo usaron con constancia, la tasa de seroconversión fue de 4.8% años-persona, en un seguimiento de 20 meses
El uso constante y correcto del condón es una de las estrategias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para prevenir el VIH/SIDA, otras ETS y el embarazo. Esto significa usarlo siempre, desde el inicio hasta el fin de cada relación sexual con penetración, ya sea anal, vaginal u oral. El uso correcto implica seguir una serie de pasos para lograr una mayor eficacia, y consiste en lo siguiente:
1.
Guarde el condon en lugares frescos y secos. Verifique la fecha de caducidad o que la fecha de fabricación no pase de tres años
2.
Fijese que el empaque no este roto y que al oprimirlo forme una bolsa de aire. No lo abra con los dientes
3.
Presione la punta para sacar el aire mientras lo coloca en el pene erecto.
4.
Sin soltar la punta, desenrróllelo hasta llegar a la base del pene.
5.
Siempre coloquese el condón antes de cualquier contacto sexual. No use cremas cosméticas, ni vaselina como lubricantes, porque deterioran el condón.
6.
Despues de eyacular, sujete el condón por su base retire el pene mientras aún esta erecto.
7.
Quitese el condón cuidando que no se goteé.
8.
Tire el condón a la basura anudándolo
El condón puede fallar por tres razones, y ésas son, en orden de frecuencia:
La falta de constancia en el uso obedece a circunstancias de índole económica, cultural y/o psicológica. El uso incorrecto es atribuible a la falta de habilidad del usuario para manejar adecuadamente el condón. El deslizamiento y/o ruptura puede ocurrir por cometer algún error al colocarlo y, en menor medida, por el grosor del pene o por el tamaño del condón en relación con éste. (ver nota 7)
La lubricación natural de los orificios corporales puede afectar la eficacia del condón. Las paredes del ano secretan menor cantidad de fluidos que las paredes vaginales. Estas posibles causas de falla son totalmente evitables agregando lubricante hidrosoluble en dichos orificios o por fuera del condón después de colocado.
Otra posibilidad es que el condón se rompa al abrir el empaque o al colocarlo, lo cual no pone a la pareja en riesgo pero puede llevar a la pérdida de la confianza en el método.
Por todo esto, es muy importante insistir en:
El papel del personal de salud en la promoción del uso del condón es de vital importancia al ofrecer un producto para prevenir las consecuencias no deseadas del ejercicio sexual. Somos nosotros quienes, en la relación cara a cara con los usuarios/as de servicios de salud, podemos hablarles de las ventajas del uso del condón, resolver sus dudas, ahuyentar sus temores y ayudarles a desarrollar las habilidades para un uso correcto.
Es indispensable que, como personal de salud, estemos dispuestos y capacitados. Dispuestos a transmitir actitudes positivas -que muchas veces surgen de nuestra experiencia personal en el uso del condón y capacitados en las técnicas de demostración con apoyos gráficos y modelos que simulen el pene (falos de diferentes materiales, pepino, plátano, etc.), para tratar de vencer las resistencias del usuario/a.
El primer paso para sensibilizar a la población sobre el uso del condón es promoverlo en todos los sitios donde sea posible, dentro y fuera de la unidad o clínica médica. La experiencia en varios países ha mostrado que la promoción incrementa el uso, reflejándose en la disminución de enfermedades de transmisión sexual, VIH/SIDA y embarazos no deseados(ver notas 8 y 9 ).
El condón es una excelente opción para prevenir ETS/VIH y embarazo, tanto para parejas casadas o unidas, hombres y mujeres adultos no casados, personas con múltiples parejas, personas con parejas sexuales ocasionales, adolescentes, hombres que tienen relaciones con hombres, hombres que se relacionan sexualmente con mujeres, hombres y mujeres dedicados al sexoservicio y sus clientes, y para prácticas sexuales anales, orales o vaginales. Lo importante es protegernos de consecuencias no deseadas. (ver nota 10)
Tener relaciones sexuales desprotegidas enfrenta a las personas a consecuencias que nunca buscaron ni desearon, y va más allá de afectar la salud individual -al adquirir alguna ETS/VIH- o de continuar un embarazo no deseado, pues algo que empezó en la intimidad afecta al individuo, a la pareja, a la familia y a la comunidad.
El mejor condón es el que se piensa, el que se tiene, el que se usa constante y correctamente.
En México el uso del condón se ha incrementado sustancialmente año con año -según datos de SSA- sin embargo es importante que el personal de salud se involucre en acciones que coloquen al condón como una medida de salud pública.
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