Los curas se desatan

Ante la complicidad del régimen federal panista, los curas mexicanos violan flagrantemente la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, el Código Penal Federal y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Todo empezó cuando el obispo de Querétaro, Mario de Gasperín, recomendó a sus feligreses no votar por partidos que promuevan el uso de métodos anticonceptivos, la tolerancia de la diversidad sexual, el derecho al aborto o apoyen el divorcio.

A partir de esto, los curas se desataron. Al obispo de Querétaro le secundaron con declaraciones y arengas similares los arzobispos de Yucatán, Emilio Berlié Belauzarán; de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, y de Acapulco, Felipe Aguirre Franco; los obispos de Mérida, Ramón Godínez Flores; de Tlaxcala, Jacinto Guerrero Torres y de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa.

La ley es muy clara al señalar que se impondrá una sanción a los ministros de culto que:

"induzcan expresamente al electorado a votar a favor o en contra de un candidato o partido político o a la abstención del ejercicio del derecho al voto".

Pese a eso las autoridades federales panistas se quedaron cruzadas de brazos. Semanas después del incidente, y sólo ante la dura crítica de la opinión pública, la Secretaría de Gobernación se limitó a enviar una carta a la Conferencia del Episcopado Mexicano pidiéndole, casi de favor, que respete la ley... sin acompañar su solicitud con algún castigo o multa contra los curas delincuentes.

Con soberbia la Conferencia del Episcopado Mexicano le respondió a la Secretaría de Gobernación señalando que “respetarán las actuales disposiciones legales”, sin que ello signifique “renunciar a sus legítimos derechos”... Y es que los curitas argumentan que solo están ejerciendo su derecho a la libertad de expresión, derecho que consagra la Constitución.

Con ello queda claro que seguirán induciendo el voto apelando a su derecho a la libre expresión de sus ideas. ¿Qué hará el gobierno federal panista? ¿Multará o encarcelará a los curas delincuentes? ¿Clausurará iglesias como Plutarco Elías Calles? ¿O se hará como que la virgen le habla? ¿Traerá al Papa de viaje relámpago para dirigir la atención de la opinión pública hacia otro tema?

Mientras el gobierno federal panista pretende no saber que hacer, otros prominentes panistas nos muestran el verdadero sentir del P.A.N. sobre la legislación vigente.

José Luis Luege, Presidente del P.A.N. en el D.F., apoya la idea de reformar el artículo 130 de la constitución para que los ministros de culto puedan participar en la vida política sin limitaciones.

Luis Felipe Bravo Mena, Presidente nacional del P.A.N., e Ignacio Loyola Vera, feudatario de Querétaro, respaldaron a los curitas delincuentes apelando a la libertad de expresión.

Cuidado México, que con los curas hemos topado.

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