30 de junio de 2000
Si partimos de la afirmación según la cual la política exterior surge como consecuencia de un cambio en lo interno o en lo externo que afecta la condición del Estado, el efecto de los factores internacionales de carácter económico presentes de 1970 a 1982 llevaron a la crisis del modelo económico sustentado en la sustitución de importaciones y orientado hacia el desarrollo de la economía nacional mexicana, entendido éste último como el interés primordial de la nación.
De ahí que la respuesta, fundamentada en el mismo imperativo, habría de plantear necesariamente acciones consecuentes en dos planos: el interno, en el cual recaerá en mayor medida la responsabilidad del éxito del Plan Nacional, y el externo que incluirá el logro de objetivos específicos que habrían de coadyuvar al logro de las metas propuestas en lo interno.
Es así como a partir de 1982 nos encontramos con la propuesta de un nuevo modelo económico, calificado por muchos como de corte neoliberal debido a su identificación con dicha corriente de pensamiento económico, y manifiestamente orientado hacia la recuperación de los niveles de crecimiento recientemente perdidos por la economía mexicana con el consecuente deterioro de los niveles de vida de la mayor parte de la población, ahora por la vía de a inserción de la economía nacional en la economía mundial.
De aquellos momentos a la fecha han transcurrido 18 años de intensa actividad gubernamental en ambos planos. Sin perder de vista la relación intrínseca entre ambas políticas, el planteamiento central nos llevaría a concluir en que medida las acciones desarrolladas en cada espacio han cumplido con los propósitos que las animaron y los fines que se les asignaron.
De ello nuestro interés se centrará en la observación, el análisis metodológico con su correspondiente explicación teórica de los planes implementados de manera subsecuente durante el período que va de 1982 a 1999 a través de los esquemas que identificaremos por su correspondencia con la política exterior económica mexicana, coincidiendo con la afirmación de que los Estados desarrollan tantas políticas exteriores como objetivos se propongan alcanzar actuando más allá de sus fronteras.
La hipótesis central a demostrar en esta investigación es que la Política Exterior de México ha contribuido directamente a enfrentar los problemas económicos del país al crear las condiciones propicias para la implantación y operación del nuevo modelo económico cuyos beneficios teóricamente deben recaer en la sociedad mexicana, fuente legitimadora de las acciones gubernamentales en lo interno y lo externo y en cuyos términos ha de evaluarse el éxito o el fracaso de las acciones del Estado.
Para tal fin nos proponemos identificar él o los criterios primordiales fijados por cada gobierno actuante durante el período en cuestión, en cuyos términos cabría esperar que el Estado Mexicano juzgaría acerca del efecto de los factores internacionales de situación y la determinación en torno a la preferencia relativa que se juzgó conveniente dar a la consecución de fines específicos y el establecimiento de las formas de conducta adoptadas.
Desde nuestra perspectiva, identificaremos el proceso a partir de su naturaleza eminentemente social y su característica predominantemente política coincidiendo en lo que hoy en día resulta axiomático, que las relaciones exteriores, a diferencia de antaño, han dejado de ser el simple ejercicio burocrático de un número reducido de peritos políticos, toda vez que, el gran conjunto de ciudadanos se interesa profundamente en las relaciones con el exterior.
De otra parte, compartimos la apreciación de que los propósitos del Estado moderno se han vuelto tan amplios y el esfuerzo que requiere su consecución incluye tantas facetas de la fuerza nacional que ningún estadista con sentido común se atreve a correr el riesgo de perder el apoyo de sí pueblo para llevar a buen término sus relaciones con el mundo exterior.
Asimismo, que en los últimos tiempos ha quedado demostrado que por la más elemental racionalidad, los gobiernos se ven obligados a ordenar esas relaciones en planes en los que por lo menos se incorpore el sentir de la masa nacional, se fijen metas claras, se determinen rumbos y se seleccionen métodos para la política exterior.
Además, las evidencias sobran para afirmar que el sistema internacional continua siendo en lo esencial un sistema formado por entidades políticas soberanas, razón suficiente como para que la política exterior sea trazada en función de él y ejecutada en sus propios confines.
Con el fin de llevar a buen término mi investigación, creo conveniente iniciar señalando los fenómenos y procesos que manifestaron la ineficacia del modelo económico basado en la industrialización por sustitución de importaciones durante el decenio de 1970.
La crisis del modelo se manifiesta en fenómenos como el aumento de la inflación, el incremento del desempleo, la reducción del ritmo de crecimiento de la economía, el déficit fiscal, el déficit comercial, el aumento de la deuda externa, las constantes devaluaciones del peso, etc.
Estos problemas comprometieron el desarrollo del país, obligando al gobierno mexicano a replantear el modelo económico. A partir de 1982 es clara la vocación gubernamental por sentar las bases para una nuevo estrategia de desarrollo económico.
Al conjunto de políticas gubernamentales tendientes a redefinir al modelo económico se les denomina Ajuste Estructural. Revisar en que consisten estas políticas será el siguiente paso en mi investigación.
Las políticas de Ajuste Estructural fueron diseñadas para contrarrestar los problemas de la economía mexicana (inflación, déficit comercial, déficit fiscal, endeudamiento, etc.) a partir de la revisión de las funciones del Estado y la reinserción de México en la economía internacional.
Con el Ajuste Estructural se fue configurando lentamente a lo largo de los años un nuevo modelo económico radicalmente distinto al de sustitución de importaciones. Para su éxito, requería de una serie de condiciones tanto internas como externas que no estaban presentes en 1982. Para crearlas, se tornó imperativo revisar y volver a definir las políticas estatales tanto en lo interno como en lo externo.
En esta investigación sólo estudiaré las acciones gubernamentales con relación al ámbito externo, aquellas vinculadas a la Política Exterior, cuyo objetivo primordial es generar las condiciones propicias para el establecimiento y funcionamiento del modelo económico.
Señalaré la manera en que la Política Exterior de México ha planteado objetivos y líneas de acción acordes con las necesidades del nuevo modelo económico, que se traducen en una serie de acciones, actitudes y decisiones a la hora de que México se interrelaciona con los demás Estados miembros de la comunidad internacional.
Finalmente examinaré acciones tales como la firma de acuerdos de libre comercio con otros países, la apertura comercial, el fomento a la industria exportadora, la renegociación de la deuda externa, la participación en organismos internacionales de corte económico (GATT-OMC), etc. a partir de las necesidades impuestas por el nuevo modelo económico.
Tomando en cuenta estos elementos planteo el siguiente esquema de trabajo para cubrir los elementos básicos que sustenten mi investigación.
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