La Batalla de Valmy por Sir Edward Shepherd Creasy .

Fragmento del libro: Las quince batallas decisivas del mundo: de Maratón a Waterloo

En el año 1789 el malestar generalizado en Francia llevó al rey Luis XVI a realizar reformas. En mayo de 1789 se convocó a la reunión de los Estados Generales, una reunión con representantes del el clero, la nobleza y el pueblo con el objetivo de discutir y analizar la situación. En junio de 1789 la reunión se radicalizó y se creó la Asamblea Nacional ,que al poco tiempo se convirtió en una Asamblea Constituyente con el objetivo de elaborar una Constitución y acabar con la monarquía absoluta.

El 26 de agosto de 1789 la Asamblea Constituyente publicó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano como punto de partida para organizar al país. La Nueva Constitución se elaboró en los siguientes meses y fué hasta septiembre de 1791 cuando el rey Luis XVI la reconoció y la aceptó. Se sentaban las bases para crear una Monarquía Constitucional, donde el rey y la nobleza estuvieran sujetos a respetar la Constitución y las leyes vigentes.

Mientras tanto Inglaterra, Prusia y Austria se organizaban para combatir y destruir a la incipiente república. Karl Wilhelm Ferdinand, Duque de Brunswick, fue nombrado al frente de un ejército que tenía como objetivo tomar París y restablecer la monarquía absoluta en Francia.

Previamente en el año 1787 Karl Wilhelm Ferdinand, Duque de Brunswick, había invadido los Países Bajos para derrocar a otra naciente república y restaurar la monarquía absoluta. Y nuevamente Karl Wilhelm Ferdinand, Duque de Brunswick, tenía una misión similar.

En agosto de 1792 tropas prusianas y austriacas cruzaron la frontera francesa para invadir el país. El ejército francés estaba mermado por las deserciones de los simpatizantes de la monarquía. Incluso muchos nobles franceses habían huido de Francia y ahora se sumaban al ejército invasor.

Los generales franceses Charles François Dumouriez y François Kellermann tenían la misión de reorganizar al ejército y combatir, derrotar y expulsar a los invasores. A su favor contaban con el apoyo de los ciudadanos franceses deseosos de defender a la naciente república. Artesanos, comerciantes, campesinos, escritores, pequeños burgueses se ofrecieron como voluntarios para defender a la República y combatir a los invasores.

Pronto los artesanos, comerciantes, campesinos, escritores, pequeños burgueses descubrieron que podían enfrentarse a balas de cañón, apretar gatillos y emplear las bayonetas sin haber sido entrenados en las artes militares y sin haber sido dirigidos por descendientes de casas nobles. El pueblo llano despertó a la conciencia de su propio carácter militar instintivo. Inmediatamente adquirieron confianza en sí mismos y en los demás; y esa confianza pronto se convirtió en un espíritu de audacia y ambición ilimitadas.

En la Batalla de Valmy el ejército de ciudadanos voluntarios logró derrotar al Ejército Prusiano, considerado en ese tiempo el más poderoso del mundo.

Los antecedentes a la Batalla de Valmy no eran alentadores... previamente, en otras batallas, los ciudadanos voluntarios habían huido del campo de batalla presas de la indisciplina, el terror y el miedo...

Pero en la Batalla de Valmy las cosas cambiaron. Finalmente un ejército de ciudadanos voluntarios derrotó a un ejército profesional y entrenado. Y no a cualquier ejército, sino al mismísimo Ejército Prusiano.

Tras la victoria en Batalla de Valmy, el 22 de septiembre de 1792 se abolió la monarquía en Francia y se creó la Primera República Francesa. El rey Luis XVI fue derrocado y se convirtió en un ciudadano más. Meses después sería ejecutado por conspirar contra la república.